Penúltima parte de nuestro viaje al país polaco. No se puede visitar Cracovia sin dedicar una mañana a la mina de sal de Wieliczka. Se trata de una atracción perfectamente organizada con un primer recorrido con guía en el idioma seleccionado (en nuestro caso en español) y la segunda opcional donde está el museo con guía en inglés. Es muy sencillo recorrer galerías y profundizar entre pasillos excavados en la sal. Desde siglos atrás fue un lugar en el que viajeros ilustres se adentraron. Hoy es un lugar turístico de primer nivel.